Se arrastró durante un largo
trecho buscando a su amo. El peso de sus alas rotas, y la flecha clavada en el estómago
le impedían moverse como de costumbre. Se asfixiaba y no podía escupir fuego.
Rodó por un terraplén y se deslizó por el agua del lago. Se hundió. En el fondo
estaba su amo, inerte, con los ojos abiertos. El agua entró por su boca. Se
durmió.
Microrrelato publicado en el libro "MICRORRELATOS ÉPICOS" de Diversidad literaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario